Historia de Survivors 99

El planeta Tierra es el hogar de los seres humanos, quienes por milenios han reinado bajo la ignorancia y el desconocimiento de quienes les rodean. Hombres lobo, vampiros, hadas, elfos, enanos, duendes, espectros, ogros, troles, dragones, ángeles, demonios, dioses; la mayoría de ellos actualmente extinguidos o escondidos, siempre han sido la balanza de conservación de la especie.

Dos guerras a nivel dimensional se habían dado antes, entre las hordas demoníacas del infierno, los seres terrenales del mundo real, y los seres místicos de Arcadia. Ambas guerras fueron ganadas por los seres terrenales y místicos, según el contexto; pero a los seres humanos en ambas ocasiones se les borró los recuerdos para evitar volver a caer en lo mismo. A pesar de ello, el ser humano es curioso por naturaleza, y sí no es una plaga maldita o magia negra, es un mal manejo científico. Ese fue el detonante de la última guerra de razas, un brote de muertos vivientes que empezó como una amenaza controlable, a una amenaza de nivel mundial, de tal manera que las razas de seres terrenales que aún coexistían con ellos tuvieron que intervenir.

Aquella guerra duró alrededor de diez años, terminando con la muerte del general demonio causante de todo y la detención ya fuera parcial o total de sus esbirros, los reyes etéreos, quienes no solamente se aprovecharon de la vulnerabilidad humana del momento, sino que también pensaban atacar Arcadia Etereum, el mundo místico para robar poder prohibido.

Finalizando la guerra, y habiendo muerto o huido, sin líderes, los grupos asociados a aquella empresa demoníaca se vieron en la necesidad de desaparecer. La División Stain en el Distrito C ya no era más que un mal recuerdo, el Consejo de Lores de Birmingham ya no existía, y así muchas asociaciones a nivel mundial habían desaparecido, pero no sus miembros, pues muchos mutantes aún seguían experimentando con el Virus-ZA, mientras que los vampiros seguidores del Alma Carmesí y los lobos del clan de Garret seguían causando desastres haya a donde iban, tratando de mantener el legado demoníaco de sus antiguos líderes.

Con la existencia de los humanos y demás razas pro-vida en calma, finalmente el mundo real como místico parecieran vivir en paz. Pero el tiempo no se detiene, nuevos grupos rebeldes se levantan cada día, y los estragos de diez años de guerra y de destrucción de la tecnología humana ha retrasado mucho el avance, además de las ciudades donde aún los zombies son una plaga mortal. Poco a poco van creciendo nuevas amenazas, amenazas de las cuales los seres místicos de Arcadia prometieron no intervenir. Ahora, para procurar mantener la paz de la Tierra, muchos grupos civiles, y de entidades científicas, médicas, policíacas y militares se han preparado para continuar con la batalla por sus vidas, en pos de avanzar en la restauración total de su mundo y de su propia existencia.